Kimberly-Clark trajo a colación su atención personal y propia, una inversión de 80 millones de dólares en tecnología, innovación y desarrollo de productos.
Esto concentrará además de plantas de Latinoamérica, parte de estas ubicadas en Colombia, según dijo Gonzalo Uribe, presidente de la empresa para la región en entrevista con EL TIEMPO.
¿Cómo están viene este 2023?
Este es un año de grandes desafíos. La situación mundial repercute en Colombia, pero además, tenemos reforma tributaria, que genera algo de incertidumbre. Sin embargo, estamos con los aviones preparados para enfrentar el año de la mayor manera, como temas de innovación muy agresiva, renovación en todas las categorías de productos, invirtiendo más en el consumidor y extrayendo las mayores eficiencias posibles de los procesos productivos y de la línea operativa.
Significa que, pese a la coyuntura, seguirán invirtiendo…
Kimberly-Clark está planeando una inversión de $80 millones en América Latina después de 10 años para asegurar su centro de innovación. Ahora bien, en los últimos tres años hemos invertido en el país más de 80 millones de dólares en tecnología, actualizamos todas nuestras líneas de panales a tecnología de punta y nuestras líneas de productos femeninos. También renovamos otras líneas de producción y este año y estamos completando este año 20 millones adicionales en la planta de Puerto Tejada en el Cauca, mejorando nuestra capacidad productiva en todas las húmedas. El otro frente es la digitalización de elementos comerciales como marketing y ventas, estamos invirtiendo en plataformas tecnológicas para llegarle al consumidor de forma directa, tenemos a Directo Marketplace que se llama ‘Más abrazos’ y estamos fortaleciendo la commerce, a través de automatización de nuestra fuerza de ventas.
¿Cómo está Colombia dentro de la estructura regional?
Uno de los pilares estratégicos de la empresa es crecer en los mercados en desarrollo, porque Kimberly tiene un propósito desde hace 150 años, que es tocar la vida de las personas, entregar un mjor cuidado para un mundo mjor.
El objetivo global es alcanzar unas 1.000 millones de personas adicionales en todo el mundo y ese volumen viene en su gran mayoría de estos mercados en desarrollo, como Latinoamérica y Colombia, como mercado estratégico para la compañía es relevante porque es grande en tamaño, en consumo, población, desarrollo e inversión.
Lo segundo es que Kimberly, como segundo jugador en el segmento de pañales, nos indica que tenemos oportunidades de crecimiento por varias vías, como ganarle participación de mercado a la marca líder oa la tercera y ese es nuestro enfoque; lo otro es ser disruptivos en categorías que están subdesarrolladas en el país y tenemos oportunidades como compañía global de traer las innovaciones que están surtiendo afuera, inversiones en marketing que son muy eficientes en el mundo. Buscamos llegarle a la población total con nuestros productos que son esenciales para la vida.
¿Cuánta producción se vende fuera del país?
Exportamos alrededor del 30 por ciento de nuestra producción. Vendemos a Centroamérica, el Caribe, países de la región Andina, Chile y esporádicamente a Estados Unidos. Sus 26 países incluyen algunos mercados en Europa y Asia. Exportamos de todos los productos, tenemos una matriz muy completa, lo cual es una ventaja competitiva desde el punto de vista de posicionamiento en la región.
Con el restablecimiento de las relaciones con Venezuela ¿están mirando hacia ese mercado?
No tenemos operaciones allí, pero ahora se abre una ventana comercial muy importante. Venezuela en el pasado fue un mercado muy importante par Kimberly-Clark, hoy tenemos presencia con algunas exportaciones a través de una alianza estratégica con algunos socios comerciales, pero sin duda, el restablecimiento de las relaciones comerciales entre los dos payses nos permitirá un mayor flujo y volver a llevar las marcas al consumidor venezolano que eran número uno en su momento.
¿En qué va el tema medioambiental?
Tenemos una estrategia de sostenibilidad y sustentabilidad al 2030 que tiene varios pilares en los cuales trabajaron de manera muy definida y Latinoamérica hace parte de ese trabajo. Tenemos una agenda de impacto social con las marcas de la mano de Unicef, en lo femenino empoderando a la mujer y derrumbando la discriminación y el tabú de la menstruación.
Con la marca Scott trabajó en un programa llamado ‘Baños cambian vidas’, alrededor del agua potable, la higiene y la transformación de letrinas por baños, entre otras iniciativas. Estamos consumiendo 50 por ciento de agua menos de lo que se consumía antes y hoy el agua que regresamos al medio ambiente en plus de la que recuperamos de los diferentes ríos, sobre todo, en la fábrica del Cauca, donde tenemos plantas de purificación.
Y en energia tenemos nuestras propias plantas de cogeneración eléctrica, no consumimos energía del Por último trabajamos en emisiones de gas, en deforestación, pues nuestros productos usan por ciento materias primas o pulpas de origen de celulosa renovable o reciclada, mientras que en plasticos tenemos una meta ambiciosa al 2030 de reducir su consumo de primer uso un 50 por ciento.
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