El eco del último gol del Girona en Montilivi acompaña todavía al Girona en su camino hacia el Metropolitano. La victoria contra el Betis fue muy celebrada porque acreditó las aspiraciones blanquirrojas de alcanzar la clasificación para la Liga de Campeones, porque llegó en el tiempo añadido (m.92) y porque el autor del gol fue Christian Stuani. Una felicidad plena que Míchel, el entrenador, celebró con una promesa: “Stuani llevará el brazalete de capitán el día del debut del Girona en Europa”. A falta de saber la categoría del torneo, si es la Champions League o la Liga Europa, el billete continental está prácticamente garantizado a la espera del partido de este sábado contra el Atlético de Madrid (14.00, Dazn).
El Girona acabó la primera vuelta de la Liga con un triunfo, también en la prolongación, ante el Atlético después de un tanto de Iván Martín: 4-3. El equipo de Míchel sumaba los mismos puntos que el Madrid (48), era el máximo realizador del campeonato (46) y solo había perdido un partido (en el Bernabéu) y sumado 15 victorias, una especialmente celebrada en Montjuïc (2-4). Hoy, a falta de ocho jornadas para el final, es tercero, con siete puntos más que el Atlético, que ocupa el cuarto, el puesto que cierra la zona Champions, mientras que a nueve está el Athletic. Las derrotas en San Mamés, Getafe y Mallorca se han compensado con los triunfos ante Osasuna, Rayo y Betis en Montilivi.
Stuani marcó contra el Betis en el minuto 92, frente al Almería en el 85, ante el Valencia en el 82 y en el 85, metió el cuarto al Barça en el 95 y con el Sevilla anotó en el 89. Ya son ocho goles y dos asistencias en 28 partidos de Liga, aunque solo ha sido titular en cinco. Totaliza 32 remates, 17 a portería, y marca un tanto cada 91 minutos. A sus 37 años, el delantero uruguayo de Tala ha pasado a ser un jugador de momentos, de instantes decisivos, porque su presencia en la cancha enchufa al equipo y entusiama a una hinchada rendida desde su llegada en el verano de 2017. El Girona tiene una fe ciega en Stuani, ya sea como titular o como suplente, decisivo en el ascenso y ahora resolutivo en la Liga.
“No me hace falta motivar a Stuani. Le estoy dando menos minutos de los que merece porque es imprescindible”, recordó Míchel. “Es el alma del equipo y del club. Tiene una mentalidad y una competitividad increíbles. Se merece todo lo bueno que le está pasado”, cerró el entrenador del Girona. El charrúa ha acabado por asumir su rol de aparente secundario después de que en la pasada temporada los focos fueran para Taty Castellanos y en la actual se hable mucho y bien de Dovbyk, que con 16 goles opta al Pichichi. Los números aseguran que es el que más partidos ha jugado (246) y tantos ha marcado (130) con el Girona. La suya ha sido y es una de las camisetas más vendidas por más que últimamente luzcan las de Blind. Tsygankov, Dovbyk o Savinho.
No es extraño que haya una campaña en marcha para que Stuani tenga una estatua en Montilivi. “Es el alma del Girona” coinciden en el vestuario, en el palco y en los sectores más fieles de la grada, aquellos en los que se juntan los hinchas que también vivieron los descensos y ascensos, también las promociones, los tiempos que acostumbraban a superarse con los goles de Stuani: 33 en la temporada 2017-2018; 34 en la siguiente; 41 en el ejercicio 2019-2020; 29 en el curso 2020-2021 y 41 en el 2021-2022. Ahora totaliza 13 (cinco en la Copa), tres menos que los sumados la temporada 2023-2024.
La competitividad y el compromiso son los motores de un jugador con contrato hasta 2026 y que aspira a retirarse en el Girona. “Me siento un privilegiado por las experiencias de todo tipo que tengo con este club”, responde cuando se le requiere por su vículo con la entidad de Montilivi. La prensa internacional que últimamente acude a Girona, así como distintos documentales, interesados todos por el éxito del equipo, saben que para que su relato tenga sentido necesitan entrevistar a Stuani, uno de los artilleros de las grandes ligas europeas que más goles ha marcado saliendo desde el banquillo, como se constató ante el Betis. Los puntos que han supuesto los goles del uruguayo son precisamente los mismos siete que ahora separan al Girona del Atlético.
La presencia de Stuani no está asegurada para el partido del Metropolitano. La duda, de todas maneras, ofende en su caso y nadie descarta que, por más dolor que tenga, salga a la cancha si es necesario para ayudar al equipo de Michel. No precisa mucho tiempo para marcar y agrandar su currículo. “Ver mi trayectoria me emociona”, advierte el charrúa, dispuesto a retirarse en el Girona. El reto es exhibir el brazalete de capitán en el debut de la Champions.
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