Jorge Martín ha vuelto a demostrar que es el piloto más en forma del Mundial de MotoGP. A estas alturas, nadie duda de que es ahora mismo el más rápido de la parrilla, y su fin de semana perfecto en el GP de Tailandia viene a confirmar su maduración definitiva. A sus 25 años, el madrileño del Pramac está preparado para asaltar el título y aguantar la presión de su gran rival y defensor de la corona, el italiano Pecco Bagnaia.
El español marcó la pole, ganó la sprint el sábado y supo sufrir para llevarse la carrera larga este domingo por delante del número uno y Brad Binder. El sudafricano de KTM, que puso contra las cuerdas a sus acompañantes en el podio, fue sancionado por superar los límites de la pista en la última vuelta y degradado a la tercera posición a pesar de haber cruzado segundo la línea de meta.
PILOTO | ESCUDERÍA | TIEMPO |
---|---|---|
1. Jorge Martín | Ducati | 39:40.045 |
2. Francesco Bagnaia | Ducati | a 0.253 |
3. Brad Binder | KTM | a 0.114 |
4. Marco Bezzecchi | KTM | a 2.005 |
5. Fabio Quartararo | Yamaha | a 4.550 |
6. Marc Márquez | Honda | a 5.362 |
Martín, que entró a la cita en Buriram a 27 puntos del líder, está ahora a tan solo 13. En esta ocasión, dio un recital de gestión de los nervios y demostró mucha sangre fría en una vibrante carrera que no se resolvió hasta la última curva. El español supo contemporizar y mantener un ritmo conservador al frente del grupo, a sabiendas de que hoy no tenía la capacidad de escaparse en cabeza.
“Es una sensación fabulosa. Hoy no era mejor que ellos. No me veía con mejor ritmo. He tenido que sobrepasar el 100% para ganar. Hemos gestionado muy bien, y estos momentos duros te fortalecen”, constató. Sin sentirse más fuerte que el resto, demostró que él también puede defender su posición preeminente como los grandes campeones. Aguantó el tipo Martinator cuando Binder le buscó las cosquillas a seis vueltas del final, y también cuando este le metió la moto sin miramientos y se puso en cabeza a cuatro de la conclusión.
Le dejó tomar la iniciativa al infiltrado inesperado en la lucha cuerpo a cuerpo con Bagnaia. Matemáticamente descartado para el campeonato este mismo sábado, Binder tenía poco que perder y mucho que ganar en la batalla. Martín le estudió un par de giros, y en el penúltimo le devolvió la jugada en la tercera curva, después de la recta larga del circuito. El hachazo lo intentó aprovechar, como en Australia, el defensor de la corona, que se tocó con el sudafricano, pero ni con estas se cortó un pelo. En la última curva, antes de entrar en la vuelta definitiva, el turinés lanzó su Ducati oficial por la trazada exterior e intentó un espectacular doble adelantamiento, pero su rival por el título estuvo al quite y le cerró la puerta justo a tiempo.
“Cuando te he visto… ¡era demasiado!”, le espetó Martín mientras iban juntos camino al podio. “Sí, sí, has frenado muy bien”, le concedió Bagnaia. Excompañeros de litera en Moto3, su relación sigue siendo cordial cuando bajan de la moto a pesar de todo lo que está en juego. La última vuelta del madrileño fue de aúpa, cerrando espacios a un Binder desbocado, que en su persecución por la victoria cometió el error que le regaló la segunda plaza al número uno, todo un experto en pescar en río revuelto. La experiencia del vigente campeón, que parece ya recuperado del bache sufrido tras su grave accidente en Barcelona, le está permitiendo agarrarse a la corona.
En este segundo tramo de la temporada, Martín ha sido capaz de encadenar cinco victorias seguidas los sábados, y la de este domingo es tan solo su cuarta en carrera larga, la quinta de su trayectoria. Bagnaia, con dos años más en la categoría, ha ganado más veces este año (6) que él en toda su carrera. El referente de Ducati peleó de valiente por su plaza en el podio, ya que partía sexto y en las primeras vueltas se las tuvo con los hermanos Márquez. Primero se tocó con Álex, que luego se fue al suelo cuando rodaba tercero en el ecuador de la carrera. Ya caliente, se cruzó en dos vueltas de alto voltaje con Marc, que no se cortó en un toma y daca en el que también hubo contacto. “Parecía que estaba jugando con el saco de boxeo”, comentó el italiano sobre sus primeras vueltas.
El ocho veces campeón del mundo terminó cediendo terreno y acabó sexto como la mejor Honda, una vez más claramente lejos de las referencias europeas. Con los tres de delante escapados, Márquez dejó también una bonita lucha con Fabio Quartararo, que situó a su Yamaha en quinta posición. Ambos pudieron compartir recuerdos de cuando estaban luchando por la victoria en el mismo escenario en 2019. Eran otros tiempos, y los resultados de este fin de semana confirmaron la triple corona de Ducati, que pase lo que pase se llevará el título de pilotos, equipos y constructores.
Martín se cargó la cúpula de plástico de su moto con un puñetazo nada más cruzar la línea de meta. Toda la tensión acumulada la liberó de sopetón al celebrar una victoria distinta, la mejor de su trayectoria en sus propias palabras. “Puedo reconocer ahora que ya siento la presión. No he dormido, no he dejado de pensar en las motos, y hoy por fin me he podido relajar”, apuntó a los micrófonos de DAZN. Necesita como todos esta semana de descanso antes de encarar las tres finales en fines de semana consecutivos que le quedan al certamen. Su plan de acción es ir a Indonesia para surfear y desconectar. “Estas carreras me han destrozado. Necesito cuatro o cinco días de desconexión. Me voy con amigos a Bali, que seguro me da energía y me ayuda a descansar”, explicó.
La próxima cita en esta apretada lucha por el título llegará el próximo 12 de noviembre en Malasia, donde curiosamente ambos celebraron el mismo día, hace cinco años, su primer campeonato mundialista en las categorías de Moto3 y Moto2.
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