Desafíos para el euro | Negocios

Desde mediados de julio, el euro ha experimentado una depreciación de más del 5% frente al dólar, llegando a tocar a principios de mes los 1,04 dólares. Esta caída se ha producido por una combinación de circunstancias que han afectado significativamente a la divisa en esta segunda mitad de 2023, después de un sólido segundo trimestre.

Uno de los factores más relevantes que está presionando al euro es la desaceleración económica en Europa, principalmente debido a la debilidad del sector manufacturero, que sigue viéndose afectado por el comercio con Asia, y por los aumentos de costes de bienes intermedios. Aunque los servicios han resistido mejor, especialmente aquellos relacionados con el turismo, también muestran signos de desaceleración. Por otro lado, el dólar estadounidense se ha visto respaldado por la fortaleza del ciclo económico de Estados Unidos, donde el consumo y el empleo parecen resistir mejor de lo previsto a las medidas de política monetaria restrictiva, y es probable que se evite una recesión, que anteriormente se preveía para principios de 2024. Esto ha llevado a una política monetaria más agresiva por parte de la Reserva Federal (Fed), que, aunque es posible que haya concluido el ciclo de subidas de tipos de interés, no descarta completamente la posibilidad de algún incremento adicional, o al menos hace pensar que los mantendrá altos durante más tiempo.

Además, en las últimas semanas, ha entrado en juego otro factor determinante: el conflicto en Oriente Próximo. Pese a que todavía no ha afectado al euro, esta situación impacta sobre todo a Europa por su dependencia energética, y se refleja en la inflación y en la incertidumbre sobre el crecimiento económico. Mientras tanto, Estados Unidos se encuentra en una posición relativamente mejor, gracias a su menor dependencia energética en general. Adicionalmente, este entorno de incertidumbre y ante los temores de que el conflicto se intensifique, teóricamente favorecería al dólar por su condición de activo refugio.

Para 2024, ¿qué podría provocar un cambio de rumbo? El diferencial de tipos de interés, que actualmente está presionando a la baja el valor del euro, debería estrecharse en los próximos meses. Se espera que la Fed comience su ciclo de reducción de tipos de interés a mediados del próximo año, mientras que se prevé que el Banco Central Europeo (BCE) no lo haga hasta la última parte de 2024. Además, a medida que los mercados dirijan su atención más allá de las dudas sobre el crecimiento de la economía europea, se constate la ralentización de la economía estadounidense el próximo año y se aclaren las perspectivas sobre los principales riesgos, esta debilidad del euro comenzaría a revertirse, dando lugar a una apreciación muy gradual de la divisa frente al dólar en 2024.

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By Jael Aguilera